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El tour de Madison Ivy por la ciudad de Londres continua y con él su sueño por lograr que uno de los guardas del Palacio Real se mueva mientras está de guardia. Después de agarrarle la verga y excitarlo, ella permite que Danny la meta entre sus tetas desnudas. Madison continúa de manera escandalosa dentro del palacio, tomando piezas de los cubiertos de plata y metiéndolas entre sus senos. Luego, se cuela en uno de los dormitorios privados y encuentra al príncipe cogiéndose a una sirvienta. Sin pensarlo ella le da una mamada digna de un rey, y junto a la sirvienta, disfrutan del cetro real mientras les echan el polvo de sus vidas.